CUANDO PERDONAS...YA NO HAY MÁS DOLOR.

Cuesta soltar aquello que amamos, duele sentir que ya no somos amados, cuesta el adiós a un ser querido, duele su ausencia… pero en ese dolor estamos creciendo y madurando y si aprendemos a soltar estamos dejando atrás una parte de nuestra historia y empezamos a abrirnos a lo diferente, a lo desconocido. Dejar ir, esa es la clave. No es fácil, no es simple: duele…

Nos cuesta soltar desde viejas costumbres hasta a aquellas personas que hoy ya no están, incluso físicamente.

El dolor es esa palabra que con tan solo escucharla o verla escrita nos evoca a un momento de nuestra vida…y esto basta para que un sinfín de sentimientos vuelvan a nosotros…heridas viejas, hasta dolores ajenos invaden nuestro dia…

Pero que nos lleva a sentir dolor? Lamentablemente el dolor viene del egoísmo…si! Del egoísmo

Somos egoístas con nosotros mismos por que no queremos despojarnos de aquello que tanto mal nos hizo o nos sigue haciendo.

Somos egoístas con nosotros mismos por que creemos que somos merecedores de tanto sufrimiento.

Somos egoistas con nosotros mismos por que movemos y removemos viejas heridas, como si le quitaramos la cascarita antes de tiempo…

Somos egoístas por que preferimos llenar nuestros ojos de lagrimas en vez de regalarnos una hermosa sonrisa en el espejo…

Entonces…nos duele!! Como nos hicieron eso?? Como me trato tan mal?? Como me traiciono asi?? Como se fue sin despedirse de mi??

Miles de cómo? Y por que?, pero no nos damos cuenta de cuanto dolor nos provocamos al ponernos en victimas de una situación… nadie puede hacerte daño a menos que vos se lo permitas, a menos que vos le des la autoridad para darte identidad. Ser libre o esclavo es tu decisión!!!

Soltar…esa es la clave!!

Despojarse…PERDONAR!!!

Perdonarte y perdonar!!!

Por que cuando perdonas, soltas, desatas, libras…por que cuando perdonas, ya no hay más dolor ni cadenas que te aten a ese recuerdo, a ese ser…a esa situación, cuando perdonas tu ser se inunda de una nuevo aire, y ya no sos igual!!

Cuando perdonas miles de puertas se abren…tu vista se vuelve mas nítida, y ya no hay cargas que tus espaldas deban soportar.

Todos tus por ques? se desvanecen y comenzas a preguntarte el para que?...y comenzas a crecer sabiendo, entendiendo y sintiendo que nada sucede por azar ni por casualidad…sino a causa de el propósito de Dios en tu vida, a causa de tu lugar en el Reino, a causa del amor del Eterno.

Y es acá en donde comienza tu camino en donde tu único limite…es el cielo!

Bendiciones!
Lau Reynaga
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