sábado, 24 de noviembre de 2012

DONDE ESTÁN?

Dónde están los José que llegarán a ser los consejeros de los faraones del mundo y administrarán las naciones?.
Dónde están los Elías que confrontaban a reyes y cambiaban el rumbo de reinos enteros?.
Dónde están los Daniel que se paraban en las cortes de cuatro reyes impíos y ganaban las naciones de su tiempo para Dios?.
Dónde están los Nehemías que reconstruyen nuestras ciudades arruinadas?.

Sabes dónde están? encerrados en las Iglesias asistiendo a otro congreso profético de los cientos que asistirán hasta que se mueran...siempre dentro de la Iglesia, claro.

Tu puedes ser el único que rompa el código cultural, tal como lo conocemos hasta hoy.
Lo que comienza contigo puede cambiar una generación y una nación entera.
Por Dios, si estás leyendo esto, muévete!
Haz algo que haya valido la pena que estés aquí. La vida vuela, los años siguen pasando, y todavía te estás preguntando cuál será la voluntad de Dios para tu vida!!!

jueves, 22 de noviembre de 2012

EL PODER DEL EJEMPLO

Un Capellán, cuentan que se aproximó a un soldado herido en medio del fragor de la batalla y le preguntó

¿Quieres que te lea la Biblia?

Primero dame agua que tengo sed, dijo el herido.

El Capellán le convidó el último trago de su cantimplora, aunque sabía que no había más agua en kilómetros a la redonda.

¿Ahora? Preguntó de nuevo.

Primero dame de comer, suplicó el herido. El Capellán le dio el último mendrugo de pan que atesoraba en su mochila.

Tengo frío, fue el siguiente clamor, el hombre de Dios se despojó de su abrigo de campaña pese al frío que calaba y cubrió al lesionado.

Ahora sí, le dijo el soldado herido al Capellán.

Háblame de ese Dios que te hizo darme tu última agua, tu último mendrugo de pan, y tu único abrigo. Quiero conocerlo en su bondad.

Reflexión:
Debemos predicar primero con nuestra vida y después aceptarán lo que le predicamos. Si nuestra vida no habla más alto que nuestras palabras no oirán nuestro mensaje.

“No dejes que nadie te considere menos por ser joven. Sé ejemplo para los creyentes en tu hablar, en tu conducta, en amor, en fe y en pureza”. 1ra. Timoteo 4:12

miércoles, 21 de noviembre de 2012

A PESAR DE LOS ERRORES

Era una mañana como cualquier otra. Yo, como siempre, estaba de mal humor. Te regañé porque estabas tardando demasiado en desayunar, te grité porque no parabas de jugar con los cubiertos y te reprendí porque masticabas con la boca abierta. Comenzaste a refunfuñar y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te levanté por los cabellos y te empujé violentamente para que fueras a cambiarte de inmediato.

Camino a la escuela no hablaste. Sentado en el asiento del auto llevabas la mirada perdida. Te despediste de mí tímidamente y yo sólo te advertí que no te portaras mal.

Por la tarde, cuando regresé a casa después de un día de mucho trabajo, te encontré jugando en el jardín. Llevabas puestos unos pantalones nuevos y estabas sucio y mojado. Frente a tus amiguitos te dije que debías cuidar la ropa y los zapatos, porque parecía no interesarte mucho el sacrificio de tus padres para vestirte. Te hice entrar en la casa para que te cambiaras de ropa y mientras marchabas delante de mí te indiqué que caminaras erguido.

Más tarde continuaste haciendo ruido y corriendo por toda la casa. A la hora de cenar arrojé la servilleta sobre la mesa y me puse de pie furioso porque no parabas de jugar. Con un golpe sobre la mesa grité que no soportaba más ese escándalo y subí a mi cuarto.

Al poco rato mi ira comenzó a apagarse. Me di cuenta de que había exagerado un poco y tuve el deseo de bajar para hacerte una caricia, pero no pude. ¿Cómo podía un padre, después de hacer tal escena, mostrarse cariñoso y arrepentido?
Luego escuché unos golpecitos en la puerta. "Adelante" dije adivinando que eras tú. Abriste muy despacio y te detuviste indeciso en el umbral de la habitación. Te miré con seriedad y pregunté: ¿Te vas a dormir?, ¿vienes a despedirte? No contestaste. Caminaste lentamente con tus pequeños pasitos y sin que me lo esperara, aceleraste tu andar para echarte en mis brazos cariñosamente. Te abracé y con un nudo en la garganta percibí la ligereza de tu delgado cuerpecito. Tus manitas rodearon fuertemente mi cuello y me diste un beso suavemente en la mejilla. Sentí que mi alma se quebrantaba. "Hasta mañana, papito" me dijiste.

¿Que es lo que estaba haciendo?, ¿por qué me desesperaba tan fácilmente? Me había acostumbrado a tratarte como si fueras una persona adulta, a exigirte como si fueras igual a mí y ciertamente no eras igual. Tú tenías unas cualidades de las que yo carecía: eras legítimo, puro, bueno y sobre todo, sabías demostrar amor.

¿Por qué a mi me costaba tanto trabajo?, ¿por qué tenía el hábito de estar siempre enojado?, ¿qué es lo que me estaba ocurriendo? Yo también había sido niño. ¿Cuándo fue que comencé a contaminarme?

Después de un rato entré en tu habitación y encendí una lámpara con cuidado, tú dormías profundamente. Tu hermoso rostro estaba ruborizado, tu boca entreabierta, tu frente húmeda, tu aspecto indefenso como el de un bebé. Me incliné para rozar con mis labios tu mejilla, respiré tu aroma limpio y dulce. No pude contener el sollozo y cerré los ojos. Una de mis lágrimas cayó en tu piel, pero tú seguiste durmiendo. Me puse de rodillas y te pedí perdón en silencio. Te cubrí cuidadosamente y salí de la habitación.

“Si Dios me escucha y te permite vivir muchos años, algún día sabrás que los padres no somos perfectos, pero sobre todo, espero que te des cuenta de que, pese a todos mis errores, te amo más que a mi vida”

jueves, 15 de noviembre de 2012

DAR GRACIAS

Una madre solía orar en las noches con una hija pequeña, de unos seis años, al acostarla.

Una noche la madre dijo: Hoy vamos a pedir a Dios un poco más para que sane a la tía Martha.


Oraron por la tía Martha, cada noche, durante un par de semanas.
Después, la madre no dijo nada y dejaron de pedir. A la tercera o cuarta noche sin hacerlo, la niña preguntó: Mamá, ¿porqué no oramos por la tía Martha?

Es que Dios ya la sanó y se puso bien- respondió la madre.
Y si la sanó y se siente bien dijo la niña ¿no deberíamos orar para darle las gracias?

Reflexión: 

Qué gran lección nos deja esta niña, somos más dados a pedir que a agradecer. Se acuerdan del pasaje Bíblico de los diez leprosos curados y de los cuales solo uno volvió a dar las gracias a Jesús, se repite lo mismo en nuestras vidas a diario.

De cada diez veces que pedimos, quizás, no damos gracias ni una.

La gratitud del que pide abre la mano del que da: El agradecimiento facilita la generosidad. ¡ Y tenemos tanto que agradecerle a Dios ! No creen

La Biblia en 1 Crónicas 16:8 dice: Dad gracias a Dios, invocad su nombre, dad a conocer sus obras entre los pueblos. Y también en 1 Crónicas 23:30 dice: Y han de estar presentes cada mañana para dar gracias y para alabar al Señor y asimismo por la noche.

domingo, 11 de noviembre de 2012

HAY UNA SOLA FORMA DE OCULTAR NUESTRA INFLUENCIA Y ESA ES NEGÁNDOLA

No acepto que en el Reino los que dicen ser, no son, que los que deberían ser, no son, me parece anormal que la muchachada pierda tuercas por huecos momentos con cosas insignificantes, me cuesta aceptar que algunos vivan de color gris, ni muy, ni tan, en definitiva un neutro opaco, es casi cotidiano ver que la primogenitura se vende sin valor, esos son ruidos sin sonido, pan sin sal y cartas abiertas borrosas inentendibles. No acepto, no lo aceptes.
No se puede corregir lo deficiente si no se reconoce la falencia, no se puede subsanar una enfermedad si no se registra una patología, no se puede poner vino nuevo en odres viejo y subjetivamente salvaguardando las excepciones a la regla, hay que entender la radiografía de nuestra identidad como influencia juvenil, no para seguir desarmándola, si no para cimentarla, por eso urge que los colaboradores de la causa tengan que partir de raíz, sin filtro, y mirando de fondo.
Tácitamente buena parte de nuestra juventud es raquítica en los desafíos en Dios, esta oxigenando a grito por la falta de presencia, producto de estar enviciada por dogmas religiosos que ensombraron la influencia de la fe hasta el punto de negarla, sin obviar que su apariencia en el terreno juvenil hay muchas ambigüedades que incendia la llama descontrolada de lo especulativo, y lo que retiene que su avance sea devastador, es el agua viva de lo real que apaga todo fuego extraño.
Esta alicaída pero reversible postal tiene sepa de pensamientos gestados en de las regiones celestes, es una sintonía fina de articulación cuidadosamente implementada por mentes siniestras a generaciones, un patrón construido por ángeles caídos que distorsiona la verdad, estancando, mutilando y matando a varias generaciones de jóvenes que pudieron entrar en el cumplimiento de la promesa, pero solo son conformados con ser de buen testimonio.
Si gran parte de nuestra camaleónica juventud evoluciono, fue por el desarrollo de conceptos filtrados que nada tiene que ver con las leyes de Reino, y ahí está el click, el paralelismo del camino recto angosto sustituido por atajos y que solo como efecto dómino alejaron el consejo del Rey, ignorando una regla bíblica del proverbio “Los pensamientos, con el consejo se ordenan” (Proverbio 20:18), los pensamientos desordenados, son la evidencia de la falta de consejo de Dios y el que tiene pensamientos desordenados, actúa sustituyendo el consejo y cuando eso sucede el mensaje puede plagiarse y ser tomado como autentico, y esta es la obra maestra el enemigo de Dios, falsificar un mensaje y que ese mensaje sea aplanado para solo dejar visible la punta de un aparente insignificante iceberg, ocultando un moustro hundido que atrapa con pesada ancla a la juventud que se atreve a cruzar.
Toda estrategia tiene una contra estrategia, reconocer el campo minado, el mismo nos puede llevar a caminar por la senda antigua, es ella la que mantiene nuestra gravedad espiritual con el peso de la verdad, esto sin duda permitirá que nuestra vestidura no sea manchada, ni admitirá ser consecuente sobre los valores artificiales, si no que establecerá nuestra fe sobre el fundamento de la Roca, y aquí tiene sentido la contra estrategia de la palabra, porque ella se trasforma en el detector que no nos permitirá comprar la mentira como una verdad y no solo eso, si no que tener lo original de Dios nos permitirá ampliaremos como una pandemia para mostrar que esta juventud puede proyectarse en Dios, y eso es avanzar y cuando uno avanza en Dios, el enemigo pierde terreno, entrando nosotros en la línea de ser protagonistas y esta verdad de ser protagonistas no está adjuntada a cuanto es, tiene, vale o cuanto puede hacer la juventud, si no es una proyección exclusiva de Dios y si él lo determino quien podrá detener su decisión.
No hay duda que este contante ataque tiene secuelas vigentes, una generación que no ha tenido la capacidad de entrar en el secreto de Dios, porque sus oídos vírgenes solo fueron ecos de una bien intencionada enseñanza enlatada, donde la juventud se transformó en una caja de resonancia repetidora de lo que el Eterno hablaba por otros, y paradójicamente como antítesis, muchos, como pequeño puñado de sal, que no se quedamos en la teoría de la buena receta dominical, si no que fueron a la práctica de conocer los registros vocales de Dios, transformándose en oyentes de lo íntimo de las decisiones presente sobrenaturales, estos son los distintos, los encuadrados rebeldes al sistema religioso, son muchos más de lo que dan las cifras de las consultoras, es fácil de identificarnos porque están marcados por los dedos acusadores de los conformistas, son los mutilados del alma, siendo ignorados y apuntados, por el solo hecho de mirar más de cerca la verdad de la cruz, pero detrás de esas torturas palpable que superan nuestra ficción, son los que pueden vivir los propósitos de Dios con claridad, son los anónimos que sus mentes fueron abiertas, son los que nunca la censura religiosa los podrá intimidar, son los escuderos que arengamos a continuar en la batalla, son los anónimos desconocidos que utilizamos cualquier recursos porque tienen la gracia de ser llamados en la ultima hora. Y este es su recurso, escriben, son de los que avanzan.
Nada puede hacernos perder la memoria, por eso es prohibido olvidar que nuestra influencia como joven es más protagonista en términos lineales de los propósitos de Dios, las escrituras está llena de registros de jóvenes que fueron protagonistas de los planes divinos, ni hablar en el tiempo de la reforma y buena parte del siglo moderno y nuestro presente, donde la voz de descubrir las verdades del evangelio fue y es llevada por hombres que tienen desde muy joven el vértigo de entrar en el secreto de Dios, estos introvertidos de la verdad fueron y son entendidos en la practicidad de la influencia de despertar a su generación con la verdad del evangelio absoluto.
No hay mayor influencia que es esta, la de saber que la capacidad de soñar en Dios está al alcance de todos, no hay mayor influencia que esta, la de entender que todos somos parte fundamentales y únicos en los diseños, propósitos, planes y ejecución del arquitecto del evangelio, no hay mayor influencia que esta, que somos vid unidos al pámpano.
Qué ninguna circunstancia momentánea nos haga olvidar lo que somos, no dejemos que nada guie nuestros pasos a caminos perdidos, no dejemos que la masa nos lleve apresuradamente a pelegrinar por la senda del olvido, porque hay una sola forma de ocultar nuestra influencia y esa es negándola.

Por Alberto Segovia
Director de Generación Emergente Argentina